- Los discos duros son un soporte magnético en el que se graban los datos
- Existe una leyenda tecnourbana que dice que con un imán puedes dañarlos de forma irreparable
- Para evitar problemas, es mejor que no realices estas pruebas con tu disco duro
Los discos duros convencionales (HDD) son un soporte magnético en el que se graban los datos y, según esta leyenda tecnourbana, con un imán puedes dañarlos de forma irreparable.
No podíamos resistirnos a hacer esta prueba y, para ello, hemos utilizado un disco duro de 1 Tb. Se trata de un Western Digital Caviar Green, en el que teníamos guardados varios archivos de vídeo de cierto tamaño, que se podrían ver más afectados por ocupar un mayor espacio físico en el disco.
La primera prueba que hemos hecho ha sido pasar un imán de neodimio por encima del disco duro, encontrándose este desconectado del ordenador durante la prueba.
En esta primera intentona, nos hemos limitado a colocarlo en diferentes zonas durante unos segundos, pero con el disco desconectado del PC. Tras aplicarlo al área que ocupan los discos sólidos que situados dentro de la carcasa, hemos conectado el disco al ordenador, y no hemos detectado ningún error en su funcionamiento.
En discos duros más antiguos, el apantallamiento frente a interferencias magnéticas era peor, y se producían algunos errores apreciables tras realizar un procedimiento similar. En ocasiones sucedía, incluso, con imanes menos potentes.
Pero, como queríamos hacer la prueba más real posible, en una segunda fase hemos pasado el imán por la superficie del disco duro mientras éste se encontraba enchufado al equipo y encendido.
Además, en esta ocasión, lo hemos hecho sobre la región bajo la que se encuentra el motor del brazo lector.
El resultado ha sido que la unidad se ha dañado definitivamente, de forma que no se ha podido acceder a su contenido. Para comprobarlo, hemos recurrido al administrador de discos de Windows, donde nos ha sido imposible inicializarlo de nuevo para poder formatearlo.
Esto demuestra que quien juega con fuego se quema, y un imán sí puede dañar tu disco duro, sobre todo si está en funcionamiento.
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